No pude parar de cantar Supernova mientras leía el primer libro de Arelis Uribe. Quiltras comienza con un epílogo de la canción de mi infancia: “Mi amor no se compra” de Supernova:
“ Yo no hablo inglés, vivo en un barrio que no es burgués”
Supernova
Había olvidado esa canción por completo. Cuando salió, como buena millennial, debo haber tenido unos siete años. Por eso ni se me había pasado por la cabeza analizarla: es una canción pop sobre las clases sociales, y sobre los cuicos y sobre los pobres. Es una canción sobre la realidad desigual de Chile, y la cantan un trío de cuicas con un tono de voz insoportable. Aún así, me dispuse a escuchar el disco entero cuando empecé mi lectura. Trae unos recuerdos entrañables y establece el ambiente sugerido de Quiltras: fines de los noventa, principios del 2000. O como dice la misma Arelis Uribe: “Quiltras huele a Internet banda ancha, a MSN y cibercafé”. A lo que me huele el disco de Supernova ahora que lo escucho años después.
Pero Quiltras es eso, y por eso el gesto del epílogo es genial: es un libro de cuentos sobre lo popular, lo propiamente chileno, lo callejero y lo injusto; como ser mujer, o ser pobre. En ese sentido, debo decir que es diferente leerlo desde mi posición. O debe serlo. Es un libro que con mucha probabilidad no estaba destinado a mí, por ejemplo, que soy muy privilegiada dentro de la injusticia en la que vive mi país. Y sin embargo, es una de las mejores lecturas que he tenido este año.
Arelis Uribe es una escritora concisa, cotidiana, bien chilensis, y en eso hay una poesía innegable. Debo haber subrayado al menos una oración hermosa en cada página.
Y es que Uribe tiene encanto en el manejo del lenguaje, no solo del chileno mismo y su belleza, sino del español, y también de la tensión narrativa, de la estructura misma del cuento, pero sobre todo de la historia que subyace y que funciona, finalmente, como hilo conductor.
Quiltras es un libro tan lacónico como su escritura. Trata de lo que cualquier libro: los seres humanos. Pero también sobre los perros, sobre el miedo de las mujeres en la calle, y en eso, la relación entre l@s perr@s callejeros y quienes vagan como callejeras. También de la virtualidad en la comunicación que comienza en los noventa y la mirada crítica de una mujer de clase media-baja que comprende lo que es la desigualdad y la subversión al relacionarse con personas que no siempre provienen de sus mismos sitios. Trata sobre lo que es vivir en un Chile neoliberal, machista, injusto, heteronormado.
“Con el taller concluí que si América del Sur fuera un barrio, Chile sería el vecino arribista que se compra un auto grande y un perro muy chico y usa mucho la chequera y la tarjeta de crédito. Mi prima lo comparaba con El Chavo y decía que Chile era el Quico del cono sur”
Arelis Uribe en Quiltras. Pág. 17
Un Quiltro es un perro de la calle. En el libro de Uribe, también una ‘metáfora’ que representa a l@s protagonistas de estos relatos: personas a la deriva, en los márgenes, callejeras, mestizas en raza y por ello, discriminadas. Se construye desde los márgenes, o las veredas, los lugares oscuros y vagos del Gran Santiago, pero también desde otras regiones, que representarían asimismo una suerte de Quiltros, si consideramos que la centralización de la capital chilena deja a todo el resto en ostracismo puro.
Y así como los perros son violentados, las mujeres de estos relatos son sometidas al machismo cotidiano y violentadas de las maneras más sutiles a las más evidentes. Ellas, por su parte, intentan la subversión, la visibilidad, un vuelco a lo que Chile representa como injusticia socioeconómica y política. Además reconoce a la voz crítica como denuncia dentro de cualquier clase social. Y eso es la literatura de Uribe: hacerse cargo de su lugar y de la realidad política del país.
Tode quien quiera conocer Chile debería leer Quiltras, y tode quien lea Quiltras se adentra un poco más en entender Chile.
Sinopsis
«Mi única arma de defensa es arrugar la frente, caminar rápido y esperar que no pase nada malo de aquí a mi casa»
Este libro lo protagonizan mujeres. Pobres. Adolescentes. Mestizas. Vagabundas. En Chile un quiltro es un perro callejero. Ellas lo son. Viven allí donde nadie quiere mirar, donde nadie quiere vivir. Están despertando a un mundo que les exige dejar de ser niñas. Sienten ansia, pero solo tienen garantizada la decepción.
Con una admirable sencillez expresiva, Arelis Uribe hace hablar a las que nunca han alzado la voz. Niñas bisexuales, insurgentes, que habitan barrios que no aparecen en los mapas. Mujeres que confían más en los animales que en el ser humano.
Su escritura oscila entre la brutalidad y la ternura, y en Quiltras perfila un retrato de lo invisible que muestra la particularidad de ser mujer y sobrevivir a ello.
Ficha
Título: Quiltras
Autor(a): Arelis Uribe
Editorial: Tránsito
Edición: España, 2019.