About

Sobre la autora (Paloma Cruz)

En un lugar de Santiago del Nuevo Extremo, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que nacía una chilena con el nombre de un pájaro de mala fama y apellido cargado de simbología cristiana, por ironías de la vida.

Nací obligada el 26 de febrero de 1994 y mi primera novela la escribí unos siete años después, en papeles arrancados de un cuaderno y con dibujitos para recordar las caras de mis personajes. Decidí que me quedaría viviendo con la condición de seguir haciendo como que sabía juntar palabras hasta el día de mi muerte.
Egresé de Letras Hispánicas (Literatura y lingüística española) en 2016 [PUC] y desde entonces me dedico a la edición literaria, la escritura y la redacción de contenidos. Tengo un diploma/postítulo en Periodismo cultural, crítica (literaria y cinematográfica) y edición de libros [UCh] y actualmente estoy por terminar un Máster en Creación Literaria en la UPF de Barcelona, España. Probablemente el futuro continúe deparándome estudios poco prácticos que puedan endulzarme la vida como hasta ahora.
Me gusta conocer nuevos lugares, físicos y literarios, ingerir mucha cafeína, comer plantas y cantar cuando limpio mi casa. En otros tiempos podría haber sido perseguida por la Inquisición gracias a mi obstinada herejía, mi simpatía con el feminismo, la izquierda y mi tesis de grado sobre la masturbación femenina en la poesía de Cristina Peri Rossi.

Sobre este blog

Este pequeño espacio en internet busca promover la lectura, la escritura, el arte y todos aquellos Estados de Distracción conscientes. Visitar nuevos lugares, leer un libro o escribir un cuento pueden parecer formas de ocio, pero son, primero, experiencias enriquecedoras. Depende de cuán profundo quieras indagar en ello. Yo solo espero que sea lo suficiente como para encontrar algo en cada rincón del planeta y en cada página de papel.

La relación entre literatura, escritura y viaje no es nueva. El término flâneur data de los siglos XVI-XVII y hace referencia al acto de pasear (a veces con el matiz peyorativo de «perder el tiempo») y reflexionar. Charles Baudelaire retrataba al flâneur como el artista de la modernidad y la metrópolis. Walter Benjamin lo define como la figura del espectador urbano y el investigador de la ciudad. Virginia Woolf, luego, se adueña del concepto y lo feminiza en todo sentido: Le Flâneuse es la mujer que deambula por la ciudad y la escribe. Decía que, al caminar y cruzarse con otras personas, una es capaz de imaginar otras vidas. Pronto la figura del flâneur se convirte en un tipo literario, objeto de estudios académicos.

Sobre el nombre de este blog

“Aquí es donde ustedes me creen o no me creen, pero es eso que se suele llamar un estado de distracción y que nadie sabe muy bien qué es, porque cuando somos pequeñitos nuestras madres y nuestras maestras nos enseñan que no hay que distraerse, e incluso nos castigan por lo cual quizá, acaso (sin saberlo, las pobres) nos están privando desde la infancia de una posibilidad dentro de muchas posibilidades de cierto tipo de apertura” Julio Cortázar.

El nombre de este blog nace de lo que Cortázar definió en sus clases de literatura como un estado con otro tempo, ese en el cual es posible crear e imaginar, pero que desde la infancia nos enseñan a reprimir. Esas distracciones que tenemos en el metro, en clases, en la ducha, en vacaciones o cuando hacemos lo que nos gusta son, en realidad, formas de volar, contarnos historias, pensarnos, abrirnos a nuevas posibilidades. Este es un espacio que nos da el permiso de entrar y permanecer en estados de distracción.